Tú, hijo mío, eres el mejor muchacho en todo este mundo. Eres amable, gentil, inteligente y muy trabajador. Yo nunca podría haber pedido un mejor ser humano en nuestras vidas. Eres todavía un niño, pero tienes el potencial para convertirse en uno de los hombres más grandes de todo este mundo. Me has hecho un buen padre y sin mucho esfuerzo de mi parte. Haces que me sienta orgulloso cada día, cada momento de mi paternidad. Que Dios te bendiga con todo lo que te mereces en la vida. Que puedas conseguir todo lo que deseas. Feliz cumpleaños hijo.